El tirabeque, es tal vez una de las hortalizas más desconocidas de la huerta, al menos para los castellanos, aunque no lo es en absoluto para los grandes gourmets de Zaragoza y mucho menos para los franceses, que los valoran como un plato exquisito. De él se aprovecha todo, se come la vaina y se come su insignificante guisante. Se diferencia del guisante normal en que la vaina de éste es dura porque esta impregnada de una sustancia apergaminada, que hace que sea desechada para la alimentación, no así su grano que es más grande que el del tirabeque, en cambio la vaina de éste es tiernísima y prácticamente plana y muy apetecible en la buena mesa.
Tirabeques con puerros
En una cazuela, a fuego muy lento, se pone un pedazo de mantequilla y se añaden los puerros partidos en rodajas finas y los tirabeques tiernos troceados. Se mueve con cuchara de madera hasta que el puerro esté majado, a continuación se salpimenta y se añade agua suficiente para cubrirlos, y con la cazuela sin tapar se deja hervir durante 2 minutos, nada más, y después se retira.
Para sacarle todo el sabor al tirabeque es preciso que no se cueza durante mucho tiempo.
© Receta: Vega San Mateo / Recetas económicas.
